Diagnóstico y pruebas de piedras en los conductos biliares
Las piedras son depósitos duros de bilis que pueden generarse en la vesícula y obstruir los conductos biliares.
Ultrasonido
Es la prueba más utilizada para detectar cálculos biliares. Esta es una prueba muy precisa para diagnosticar las piedras biliares.
A veces se usan otras pruebas de radiología, pero la ecografía es la herramienta principal para diagnosticar la enfermedad de la vesícula y los conductos biliares.
En ocasiones no se puede determinar el sitio exacto de obstrucción o las piedras en si en el conducto biliar común. Aunque las piedras en este conducto no son tan comunes, pueden suceder. Si se sospecha, se pueden hacer las siguientes pruebas:
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)
Esta “endoscopia de las vías biliares” es una prueba y un posible tratamiento para los cálculos del conducto biliar común.
Se inserta un endoscopio en la boca del paciente, en la garganta y en el estómago y el intestino delgado. Se inyecta un tinte para permitir que los conductos biliares se destaquen. Si hay cálculos biliares en el conducto biliar, se pueden extraer con el endoscopio. Este endoscopio no puede eliminar los cálculos contenidos dentro de la vesícula biliar.
Colangiopancreatografía por resonancia magnética (Colangioresonancia)
Los conductos biliares se examinan con imágenes de resonancia magnética (MRI).
A diferencia de la CPRE, la colangioresonancia solo puede diagnosticar cálculos en los conductos biliares comunes. No puede eliminarlos. Sin embargo, la ventaja de esta sobre la CPRE es que es la alternativa más segura, por lo que a menudo los médicos optarán por realizarla inicialmente según el caso.
Ultrasonido endoscópico (EUS)
Este procedimiento combina endoscopia con ultrasonido (hay una sonda en la punta del endoscopio). Al igual que la CPRE, este endoscopio se pasa por la boca y avanza al estómago para visualizar el conducto biliar común y a la región de la vesícula biliar. Visualiza bien el conducto biliar común. De manera similar a la resonancia, los cálculos biliares se identifican, y, en algunas circunstancias se puede complementar con una CPRE
Tratamiento de las piedras biliares
La mayoría de las personas que tienen cálculos biliares, no presentaran ningún síntoma de piedras en la vesícula; lo que termina siendo un un hallazgo en alguna revisión de rutina. Pero si tiene síntomas, como dolor, es probable que necesite tratamiento.
El tratamiento más común para los cálculos dentro de la vesícula es extirparla quirúrgicamente. La extracción de la vesícula biliar se llama colecistectomía. En la mayoría de los casos (95%), esta cirugía se puede realizar por vía laparoscópica, una técnica mínimamente invasiva que produce menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida que la colecistectomía convencional.
En el caso de que alguna piedra migre de la vesicula al conducto biliar principal llamado colédoco, es posible que sea necesario extraerlas. Este procedimiento se realiza comúnmente mediante colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).
¿Qué es una colecistectomía laparoscópica?
La colecistectomía laparoscópica se conoce como un procedimiento mínimamente invasivo porque utiliza varias incisiones pequeñas en lugar de una grande. Luego se extrae la vesícula biliar a través de otra pequeña incisión.
Complicaciones durante la cirugía de cálculos en la vesícula
Si el paciente tiene ciertas complicaciones asociadas con los cálculos biliares, el cirujano puede necesitar extraer la vesícula biliar con una colecistectomía abierta. Esta cirugía implica una incisión más grande en el abdomen y requiere una hospitalización más prolongada.
Los problemas médicos que podrían conducir a una colecistectomía abierta incluyen:
- Inflamación severa de la vesícula biliar.
- Dolor de vesícula y abdomen.
- Experimentar dificultades durante un intento de cirugía laparoscópica.
- Problemas cardíacos y respiratorios graves.
- Embarazo en el 3er trimestre
- Cicatrices importantes de una cirugía previa.
- Trastorno hemorrágico o enfermedad hepática.
- Haber sospechado de cáncer de vesícula biliar, una condición muy rara.
¿Qué es un procedimiento de colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)?
Una CPRE es otra opción mínimamente invasiva para eliminar las piedras alojadas en los conductos biliares. El endoscopio (duodenoscopio) es una herramienta en forma de tubo. Su médico deberá moverlo por todo su sistema digestivo durante el tratamiento. El camino que recorre el endoscopio es:
- En la boca.
- Abajo de la garganta.
- A través del estómago.
- En el duodeno (donde comienzo del intestino delgado) donde el conducto biliar común vacía su bilis.
Una vez allí, el endoscopio se usa para eliminar cualquier obstrucción en el conducto biliar.
Si la obstrucción no se corrige, puede conducir a una infección potencialmente mortal y a una acumulación peligrosa de bilirrubina.
Si la obstrucción dura mucho tiempo, se puede presentar enfermedad hepática crónica. La mayoría de las obstrucciones pueden tratarse con endoscopia o con cirugía. Las obstrucciones causadas por cáncer a menudo tienen un pronóstico desalentador.
¿Puedo digerir los alimentos sin una vesícula biliar?
Afortunadamente la vesícula biliar es un organo no esencial en el cuerpo. Si se extrae, la bilis viajará directamente desde el hígado a través del conducto biliar común hacia el intestino delgado. Después de la cirugía, puede experimentar algunas heces más blandas, que generalmente se resuelven con el tiempo.
Es importante que, si se va a someter a un proceso de cirugía de piedras en la vesícula, siga las especificaciones que su médico o especialista le recomienda. Este artículo funciona como una guía informativa de los procesos quirúrgicos y no como indicaciones exactas.
¿Dónde tratar las piedras biliares?
Si usted reside en Guadalajara o sus alrededores (Zapopan, Tlaquepaque, Ajijic, Chapala, Tonala, etc), y está buscando un médico con quien tratar las piedras biliares, puede agendar una cita con el Dr. Felix Ventura.