¿Qué es la disfagia? ¿Cuáles son los síntomas que pueden presentarse? ¿Cómo esta puede llegar a causar problemas graves a la salud? Conoce la respuesta a estos cuestionamientos en este artículo.
Uno de los problemas que puede llegar a desarrollar una serie de alteraciones posteriores en la digestión y absorción de nutrientes es, la disfagia. La disfagia es la dificultad o imposibilidad para pasar, tragar o deglutir alimentos (líquidos o sólidos). Esto puede ocurrir por múltiples factores, algunos momentáneos y otros continuos (es cuando se debe tratar a fondo). Este problema puede presentarse en cualquier persona, pero es más común en ancianos o personas con problemas mentales.
Causas de la disfagia
Las causas de la disfagia no siempre son muy precisas, y suele haber diversos factores por los que se presentan. Si bien el funcionamiento del cuerpo que se deteriora por la edad es uno de los aspectos por los cuales puede aparecer; las razones, aun en ancianos, pueden ser diversas.
La primera razón, y la que es de alguna manera directa en la deglución de alimento, son padecimientos o factores que tienen que ver con el estado en el que se encuentra el esófago. Es decir que, cuando se presenta una estrechez de este, puede deberse a reflujo, infecciones, falta de adecuada movilidad del esófago, tumores, etc…, lo cual puede traducirse como impedimento en el paso de alimento hacia el estómago. Algunas personas que reciben radioterapias, o alguna terapia que debilite el cuerpo, se suelen ver afectadas en el esófago por la reacción química que esto tiene sobre el cuerpo, lo cual produce disfagia.
Existen razones que tienen que ver con el aspecto neuronal y motor. Estos causan un impedimento o dificultad para masticar o articular la acción del paso del alimento. Estos casos de disfagia son comunes en personas que han sufrido accidentes, tienen alguna enfermedad o trastorno de esclerosis múltiple, alguna distrofia muscular, o tienen parálisis cerebral o dorsal.
Los trastornos alimenticios y la disfagia
Muchos de los trastornos alimenticios tienen una connotación sensorial o perceptiva, en algunos casos la sensación de saciedad o de imposibilidad de tragar, generan que esto se presente y surjan síntomas como babeo, regurgitación o tos. Las personas que presentan estos trastornos (principalmente bulimia y anorexia), tienden a generar disfagia provocada por parámetros emocionales y mentales. Lo que quiere decir que el problema existe, pero no tiene un inicio en causa física; esto no significa que, la causa física no exista, puesto que tras un periodo de tiempo considerable de que los síntomas se hacen presentes, el cuerpo comienza a reflejar el problema de manera totalmente natural y física.
El tratamiento en este caso debe ir acompañado de terapia, y se debe consultar con médicos especialistas (gastroenterólogos, nutriólogos, psicólogos), que le ayuden al paciente a recuperarse.
Síntomas de la disfagia
El principal de los síntomas, cuando se presenta la disfagia, es la imposibilidad de comer (deglutir, pasar, tragar o procesar correctamente el alimento). Esta se acompaña de distintos síntomas, los cuales pueden ser referidos a diversas causas, por las cuales surge la disfagia.
Algunos de los síntomas que acompañan a la enfermedad son:
- Imposibilidad de tragar cualquier tipo de alimento
- Baba o babeo excesivo
- Regurgitación de alimentos
- Dolor o molestias al deglutir
- Acidez estomacal y reflujo
- Sensación constante de cuerpo extraño en garganta
- Atragantamiento
- Pérdida de peso rápida y repentinamente
- Náuseas o sensación de asco con algunos alimentos
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