Las piedras en la vesícula se forman cuando los componentes normales de la bilis, como el colesterol, la bilirrubina y las sales biliares, se desequilibran y se solidifican, creando pequeñas partículas sólidas. Estas partículas pueden agruparse y formar cálculos biliares de diversos tamaños, desde pequeños como granos de arena hasta grandes como una pelota de golf.

• Dolor abdominal: El dolor abdominal es uno de los síntomas más frecuentes. Por lo general, se localiza en la parte superior derecha del abdomen, debajo de las costillas. El dolor puede ser intermitente o constante, y puede durar desde unos minutos hasta varias horas.

• Dolor después de comer: Muchas personas experimentan un aumento del dolor después de una comida abundante, especialmente si es rica en grasas.

• Dolor en el hombro derecho o la espalda: El dolor puede irradiarse desde la parte superior derecha del abdomen hacia el hombro derecho o la espalda.

• Náuseas y vómitos: Algunas personas pueden sentir náuseas o experimentar episodios de vómitos.

• Sensación de plenitud o distensión abdominal: Puedes sentirte lleno o hinchado incluso después de una comida pequeña.

• Cambios en la digestión: Los cálculos biliares pueden causar problemas digestivos, como indigestión, gases, acidez estomacal y diarrea.

Cuando no se operan las piedras y los síntomas son constantes las consecuencias pueden ser riesgosas. Parte de las complicaciones que pueden existir por no operar piedras en la vesícula son:

• Inflamación de la vesícula.
• Obstrucción del conducto biliar principal (coledocolitiasis, colangitis).
• Obstrucción del conducto pancreático (pancreatitis).
• Cáncer de vesícula.

No existe un tratamiento que ayude a eliminar las piedras en la vesícula, esto solo ocurriría a través de una extracción completa de la vesícula con todo su contenido. Sin embargo, modificar hábitos alimenticios, reducir la ingesta de grasas, azúcares, aguacate, lácteos y chocolate así como reducir el consumo de alcohol o medicamentos no recetados, es una indicación que ayuda a evitar que los síntomas pudieras aparecer más constantes.

Se requiere un ayuno de 8 hrs previo a la cirugía. Al ingresar a la unidad médica donde se realiza el procedimiento, será recibido por personal administrativo para corroborar datos personales. Una vez instalado en su habitación se le pedirá al paciente colocarse una bata, se colocara suero por la vena para la administración de medicamentos. Una vez dentro del quirófano se administra anestesia regional/general por parte de un anestesiólogo para que sea confortable y sin dolor, posteriormente se procede a realizar la intervención quirúrgica por medio de incisiones pequeñas (5 a 10mm). La duración de las intervenciones es en promedio 60min. Dependiendo del tipo de cirugía será la estancia hospitalaria postquirúrgica (normalmente 24 hrs) según la valoración del médico tratante. Es una operación mínima invasiva. 

Después de la cirugía laparoscópica, el paciente debe estar en observación medica durante un día. Después se ira a su casa, y deberá estar en reposo hasta por 5 días (según las secuelas que presente). No deberá de hacer movimientos bruscos, ni cargar objetos pesados; así mismo, debe de modificar su dieta y evitar algunos alimentos y medicinas.