El esófago de Barrett o síndrome de Barrett es una complicación de la enfermedad por reflujo gastroesofágico crónica y debe considerarse una condición de riesgo para la aparición posterior de adenocarcinoma. El tratamiento del esófago de barrett, puede incluir, un programa de monitorización endoscópica con biopsias. El cual, debe ofrecerse de forma rutinaria a cualquier paciente con esófago de Barrett.
Tratamientos para prevenir la formación de displasias
Medicamentos
A base de inhibidores de la bomba de protones se utilizan para tratar el reflujo y controlar la cantidad de ácido producido por el estómago.
Cirugía antirreflujo
Este procedimiento consiste en la reparación de la hernia de hiato, templando la abertura del diafragma con suturas, impidiendo así que el estómago se protruya hacia arriba.
A pesar de que la acidez gástrica mejora después de haber realizado la cirugía, algunas personas deben de continuar la toma de fármacos para la acidez.
Síntomas del esófago de Barrett
Puede ser asintomático a la enfermedad de Barrett. Sin embargo, pueden ser necesarias pruebas si el paciente tiene síntomas asociados con la enfermedad por reflujo gastroesofágico
Esófago de Barrett: síntomas, etapas y tratamientos
Tratamiento del esófago de Barrett para la etapa de displasia
En la etapa de displasia, el tratamiento se basa en la destrucción de la mucosa anormal, por endoscopia. Entre los tratamientos se encuentran los siguientes:
Resección endoscópica de la mucosa (REM)
REM consiste en disociar (mediante inyección de suero fisiológico) el tejido muscular de la mucosa antes de resecar esta última mediante un asa de las que se utilizan en las polipectomías. Se utiliza cada vez más para el tratamiento curativo de tumores superficiales del tracto gastrointestinal.
Tiene la ventaja de poder realizarse de forma ambulatoria y de proporcionar una muestra para análisis histopatológico. Esto es importante para asegurar que el tratamiento sea completo o, en caso contrario (por ejemplo, debido a una clasificación inexacta del estadio en la endoscopia), complementarlo con cirugía.
Terapia fotodinámica (TFD)
La TFD se basa en la interacción de luz, oxígeno y un fotosensibilizador. El fotosensibilizador se concentra en tejido neoplásico. A continuación, se iluminan con una longitud de onda precisa mediante un globo introducido en el esófago. Bajo el efecto de la luz, se produce una forma mutagénica de oxígeno que daña selectivamente los tejidos.
La mucosectomía y la TFD son mínimamente invasivas y podrían reemplazar la cirugía bajo ciertas condiciones. La disponibilidad de estas técnicas también tiene un impacto en la monitorización de los pacientes con esófago de Barrett, ya que se puede ofrecer una REM curativa incluso a los pacientes mayores en peor estado clínico.
Los pacientes que probablemente se someterán a una cirugía mayor, como una esofagectomía; son aquellos con displasia de alto grado, quienes podrían ser los mejores candidatos para el tratamiento endoscópico. Ya que, solo una minoría de ellos desarrollará un cáncer durante los próximos cinco años.
Extirpación endoscópica para tratamiento del esófago de Barrett sin displasia
Tiene como objetivo reducir el riesgo de transformación neoplásica, al reemplazar la metaplasia intestinal con epitelio escamoso. El principio del tratamiento es destruir el epitelio metaplásico y mantener un estado de supresión ácida profunda. Luego, la metaplasia intestinal se reemplaza por un epitelio escamoso.
¿Dónde puedo conocer el tratamiento del esófago de Barrett?
Si usted reside en Guadalajara, zona metropolitana o sus alrededores (El salto, Tlajomulco, Ajijic, Chapala, etc). Y tiene más dudas sobre este tema, o requiere de un diagnóstico, puede agendar una cita en CEGA.
